Su presencia generó una necesidad, casi una obligación, de escuchar lo que tenía para decir. En Telenoche, Gustavo Fernández regaló dosis gigantes de inspiración, emociones y ganas de sacrificarse por lo que uno sueña. Y él, más que nadie, hizo realidad lo que algún día soñó: ser deportista profesional y cumplir un objetivo tras otro.
Sin esquivar la satisfacción por los éxitos, el Lobito no pierde la humildad. Aunque para el ranking es el primer número uno de la historia del tenis argentino, reconoce a Guillermo Vilas y Gabriela Sabatini como los que abrieron ese camino. "Merezco el mérito, pero no creo necesitar ese título", analizó. ¿Cómo nació su pasión por el tenis? Lo cuenta en este video:
De la entrevista también participó, desde Italia, la mamá de Gustavo. "Uno no se imagina que de un día para el otro tu hijo no va a poder caminar. Teníamos 26 años. Cuando pudimos procesarlo, el objetivo principal con nuestros hijos era que ellos fueran felices. Y en el caso de Gusti no importaba cómo", relató Nancy. Mirá lo que respondió el Lobito:
Desprecio que indigna
Puede parecer increíble, pero las grandes marcas que acompañan a muchos otros tenistas de nivel mundial no se acercan al cordobés de 23 años. "Se está cambiando la visión, pero hay mucho prejuicio con respecto al deporte y la discapacidad. No se termina de valorar el deportista que sos por el simple hecho de hacerlo en una silla de ruedas. Y pasa en la vida cotidiana también", lamentó en diálogo con Agustín Burgi.
Pese a esa indiferencia, agradeció el apoyo del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) y se mostró tranquilo por el esfuerzo que da en cada logro de su carrera. "No quiero sentir el desprecio que he sentido en el pasado. No me quita el sueño y voy a seguir siendo feliz como siempre". Mirá la última parte de la entrevista: