Noelia es de Malagueño y sufrió el robo de su auto cuando lo dejó estacionado en pleno barrio Nueva Córdoba de la capital provincial. Sin embargo, el Duna rojo modelo 96 no es cualquier auto: es el medio de transporte para llevar a su hijo de nueve años a sus sesiones de tratamiento terapéutico, derivado de una enfermedad crónica.
El lamentable hecho ocurrió el miércoles 28 de febrero cuando la mujer dejó el vehículo sobre avenida Poeta Lugones y Tránsito Cáceres de Allende. “Me cruzo, se acerca un ‘naranjita’ que supuestamente era el que lo iba a cuidar. Pongo los traba volantes, cruzamos, lo dejo a mi hijo Lázaro, cuando vuelvo me doy con que el auto no estaba. El transcurso del robo fue entre las 18.15 y las 18.30″, contó a Telenoche.
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Y agregó: “Pero los naranjitas que se encontraban en la otra cuadra supuestamente no conocían al que me recibió. Pero sí habían visto que una persona de chaleco naranja y remera negra había subido a mi auto”. A partir de allí, sus sospechas se posan sobre los cuidadores de autos.
A pesar de las medidas de seguridad que tomó para el Duna, Noelia tuvo que lamentar el robo. “Le puse el traba volante y un traba marcha que va a agarrar el freno de mano y así mismo se lo llevaron. ¿Cómo hicieron? No tengo idea. Pero bueno, las esperanzas ya son pocas. Los días pasan y nadie se ha comunicado con nosotros”, detalló.
Dolida hasta las lágrimas, Noelia añadió: “Lo único que le quiero hacer es llegar a esa persona que me está mirando ahora, que Dios te bendiga, porque a mí me arruinaste la vida, porque ese auto solamente era para llevar a mi hijo a sus tratamientos. Y hoy mi hijo está muy mal. El municipio me brinda un servicio para que mi hijo pueda hacer las terapias acá porque no quiere viajar al mismo lugar donde pasó. Ya no tiene las fuerzas para seguir. A la persona que se llevó mi auto: ojalá que nunca tenga que estar en mis zapatos porque seguramente no lo aguantaría”.
El panorama de Lázaro no es fácil y el robo del auto lo complicó aún más. El niño necesita de asistencia terapéutica cuatro veces a la semana, dos horas por día, en el colegio al que asiste. Además, precisa de ir a sus terapias en Malagueño, para no tener que ir a Córdoba. “Yo digo que tengo toda la fe del mundo, que lo voy a conseguir y que mi hijo va a poder seguir haciendo sus terapias”, puntualizó.
Zona roja
Para colmo de males, la Policía le dijo a Noelia que el auto estaría en la zona del Bajo Pueyrredón, un sector complicado en el mapa de la inseguridad de Córdoba al que ni las fuerzas de seguridad se animan a entrar.
“Me dijeron que era una zona roja, que ellos habitualmente habían hecho allanamientos por otros casos. Tiene que entrar gente muy especializada. Entonces, la única que me queda es la espera de que la policía lo encuentre. Y si no aparece el auto, lamentablemente hasta acá llegaré porque la fuerza y las esperanzas son pocas”, sentenció con resignación sobre el paradero del auto, cuya patente es TZV 739.
Aquellos dispuestos a ayudar a Noelia con el tratamiento de Lázaro o a brindar cualquier información del paradero del auto pueden comunicarse al 3513 847088.