Héctor y Nilda, de 78 y 77 años, se mudaron de Tanti a Miramar hace más de una década buscando la tranquilidad de la jubilación. Sin embargo, desde hace un tiempo atraviesan un calvario por las constantes amenazas de su propio nieto.
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El pasado domingo 2 de febrero ocurrió el último hecho de violencia que verdaderamente los asustó. El denunciado, que reside en Tanti, viajó hasta Miramar para visitar a su padre pero también para agredir nuevamente a sus abuelos.
“Vino hasta mi casa directamente a violentarnos. Pasó por el frente y nos insultó. Dio la vuelta a la manzana, se subió a la vereda y quiso pisarnos con la moto. Nos amenazó y dijo que no iba a parar hasta matar a mi marido, que es su abuelo de sangre”, relató a ElDoce.tv la jubilada, conmovida por revivir el momento.
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Héctor y Nilda no encuentran explicación a los reiterados episodios violentos, aunque sospechan que puede tratarse de cuestiones económicas. “Siempre nos llamó la atención sus malos modos pero nunca pensamos que fuera a agredirnos así”.
Nilda contó que el pasado 22 de noviembre, durante una mudanza en Tanti, su nieto Matías le arrojó una piedra que la lastimó en su cabeza. Antes hubo hechos violentos pero ese día tomaron la decisión de denunciarlo.
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La fiscalía de Carlos Paz impuso una orden de restricción para que el joven no se acerque a los jubilados. Sin embargo, Matías violó la medida en Miramar.
Dolor de madre y abuela
“Matías, ¿por qué querés hacernos tanto daño?”, le preguntó Nilda a su nieto en aquel domingo de furia cuando los amenazó de muerte. El joven de 28 años no le respondió.
“Me cuesta dormir y vivimos con miedo. Cada ruido que escuchamos en la casa pensamos que puede ser él. No es justo pasar los últimos años de nuestras vidas con este temor y esta depresión”, contó.
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“Nuestro propio hijo, el padre de este chico, está enojado con nosotros porque lo denunciamos por todas estas agresiones”, dijo llorando la mujer.
Los abuelos piden a la Justicia que actúe antes que sea demasiado tarde.