Eran las 18:45 del martes. En el local de ropa, ubicado sobre calle Corrientes, en pleno centro de la ciudad de Córdoba, había una sola empleada que estaba por cerrar. A último momento, ingresó una joven, quien dos semanas antes estuvo haciendo consultas. Se excusó asegurando que no había podido regresar a día siguiente como lo había prometido. Mientras miraba las prendas, se presentó otra chica.
Rápidamente la trabajadora fue a consultarle qué necesitaba. Le mostró unos jeans y también dejó para que observara tranquila. Una tercera persona ingresó, así que fue a atenderla. En un momento de distracción, fue víctima de la penosa habilidad de las mecheras para robar y guardarse entre sus prendas lo que no les pertenece.
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La segunda persona que entró al negocio fue al probador con los jeans que escondió entre su enorme bufanda y otras prendas. Al mismo tiempo, su cómplice, es decir la primera joven que se hizo pasar por clienta y negó conocerla, se acercó al mostrador donde estaba atornillado el inhibidor de alarmas.
Con fuerza logró desenroscarlo y fue hasta el probador donde la esperaba la otra chica y huyó sin saludar. Fue así como la chica le sacó las alarmas a los pantalones, las tiró al otro probador, se escondió la ropa y se fue.
En la mañana de este miércoles observan que faltaba el inhibidor y a través de las cámaras de seguridad se dan cuenta que les robaron casi 4.000 pesos en indumentaria. Por esta razón, pusieron en alerta a otros comerciantes, ya que tienen el aparato para continuar con su rol de mecheras. Video: