Era lunes por la noche. Martín, Romina y su pequeño hijo de ocho años iban a la casa de un familiar a celebrar un cumpleaños. Sin embargo, cuando circulaban por la Variante Juárez Celman, cerca del cruce de avenida Japón, en barrio Villa Guiñazú, sufrieron un accidente que puso en peligro sus vidas.
Según relataron a ElDoce.tv, la zona estaba completamente oscura, era una boca de lobo. Realmente no se veía nada, cuando fueron sorprendidos por dos bloques de cemento colocados a lo ancho de la ruta. “Me tiraba a la banquina y tumbábamos o los agarraba completo”, indicó Martín.
Intentó esquivarlos y destruyó de manera completa las dos cubiertas izquierdas. “No frenamos, teníamos miedo de que nos robaran”, agregó. Siguieron unos kilómetros, con las complicaciones que eso significaba, mientras se comunicaban con la Policía. Pero jamás fueron auxiliados. Video:
“No me iba a bajar para cambiar una cubierta. Miraba por el espejo, atento a que llegaran para ayudarnos”, aseguró al recordar el mal momento que atravesaron. Los atemorizaba pensar que aparecieran ladrones. Insisten en que fue una estrategia de delincuentes (colocar bloques de cemento) para robarles a los automovilistas.
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“La verdad tuvimos suerte porque podría haber sido un desastre. Gracias a Dios que estamos bien”, manifestó. Por el siniestro, tuvieron comprar cubiertas nuevas (gastaron 6.000 pesos) y aún les queda arreglar el tren delantero, entre otros problemas que sufrió el auto como consecuencia impacto.
Peligro en la Variante Juárez Celman
En ese mismo lugar, hace dos años, un colectivo de larga distancia recibió una pedrada que terminó impactando en la cabeza de una pasajera, que le provocó la pérdida del ojo izquierdo y traumatismo craneoencefálico. Por el hecho, un adolescente de 16 años quedó detenido. Ya tenía delitos contra la propiedad y había estado alojado en el Complejo Esperanza.