Asfixiado por la crisis económica, Raúl decidió brindar un servicio para poder hacer unos pesos y sobrevivir. Se dedica a sacar turnos en hospitales públicos y dispensarios de Punilla y por eso cobra.También lleva y trae muestras para analizar. Cada cosa tiene una tarifa diferente.
Hace tiempo y en Santa Fe hizo un curso de acompañante terapeútico, que no le sirve acá. Y cuenta que no pudo revalidarlo en Córdoba porque no tiene el dinero para hacerlo, porque no tiene un trabajo fijo.
El desvelo de este hombre de 40 años, que tiene dos hijas adolescentes, es que ellas sigan estudiando. “Esto es la posibilidad de tener un empleo en vez de salir a robar”, dice Raúl.
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Cómo es el sistema
Raúl explica que los hospitales que él cubre son el Domingo Funes de Santa María de Punilla, el Armando Cima de Cosquín y también dispensarios de Punilla.
Se mueve en una moto y el circuito comienza cuando una persona lo contacta por whatsapp o Facebook y le dice cuál es la especialidad que necesita y el lugar. Entonces Raúl se llega hasta la casa del solicitante para recoger el DNI, que le pedirán en el Hospital para poder sacar el turno.
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Una vez que lo tiene, va con el papel y le devuelve el documento. Ahí recién recibe el pago. No le gusta cobrar antes por las dudas.
“Hay varias personas que hacemos esto. Algunas estaban en situación de calle, no extrema pero si habían caído en drogarse o robar. Yo tengo la suerte de ir en moto, ellos van pie”, contó Raúl.
Para sacar un turno en el Domingo Funes cobra 150 pesos, en Cosquín 100 pesos y 50 pesos para los dispensarios.
"Le solucionamos un problema a la gente, que si tiene que llegar a sacar un turno, tiene que hacerlo bien temprano porque dan pocos turnos. El primer colectivo llega a las 5.30 al hospital. Yo en moto llego a las 3.20 y me aseguro los primeros turnos.”, asegura.
Raúl explica, además, que el pasaje en colectivo desde Cosquín a Santa María cuesta 40 pesos por lo que sólo ir y volver suman 80.
“Ellos dicen que les robamos la plata a la gente”, se lamenta Raúl en relación a la prohibición que rige en los hospitales para sacar un turno no siendo el beneficiario o un familiar directo.
“Hicimos una red, entre 4 y 5 personas y lamentablemente tenemos que hacerlo por debajo de la mesa. Soy guardavidas hace 19 años.Con 40 años trabajo durante los tres meses todo el verano y después se olvidan de mi. Me gustaría que aunque sea me ofrezcan barrer las calles en la municipalidad. Con un sueldo se resuelven muchos problemas. A la tarde hago changas. Me hago pulpo para llegar a fin de mes. Por eso decido hacer momentáneamente esto”, reflexionó el hombre.