Desde hace seis años y medio vive en Córdoba pero parte de su corazón está en Caracas. María de los Ángeles Hernández, una abogada venezolana radicada en Argentina, expresó en Telenoche su profunda preocupación por los acontecimientos en su país pero reveló el deseo de que sea el final de Nicolás Maduro en el poder.
Sus familiares están en la capital venezolana y dijo que están “preocupados, con expectativas y con esperanzas”. Y afirmó: “Creo que este puede ser el principio del fin de una dictadura, de un régimen totalitario que nos ha acallado, que nos ha reprimido durante más de 25 años”.
A pesar de la distancia, Hernández se mantiene en estrecho contacto con sus seres queridos en Venezuela. “Mi familia está bien, he podido hablar, están todos bien, pero encerrados, preocupados. No quieren salir a exponerse a que una bala perdida o gases lacrimógenos puedan llegar a afectarlos”, admitió, reflejando la tensa situación que se vive en ciudades como Táchira, Monagas, Maracaibo y Mérida, donde las protestas se suceden y ya dejaron un saldo de 11 muertos.
La abogada también mencionó su frustración por no haber podido ejercer su derecho al voto en las elecciones del domingo. “No pude registrarme en la Embajada porque no habilitó los cupos suficientes para que pudiéramos votar y los pocos que lo pudieron hacer tuvieron muchos inconvenientes”, denunció.
A pesar de todo, María de los Ángeles no descarta la posibilidad de regresar a su país si las condiciones cambian. “Todos los venezolanos tenemos ese sentimiento dentro de querer volver, de querer ver a nuestro país libre, de tener un futuro, de tener una vida digna”, expresó.
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“Si las cosas cambian y se dan las condiciones para volver, si se ve un cambio de vida, me lo plantearía”, reconoció sobre la posibilidad de regresar a vivir en su país.
Comparando su vida en Argentina con la situación en Venezuela, Hernández aseguró que “la diferencia es grande”. Destacó que en su país “hay acceso al dólar pero no hay muchas oportunidades de acceder o conseguir algunas cosas que tal vez acá todavía es posible”.
“Acá todavía es posible tener una vida digna y elegir la vida que quiero vivir, no la vida que ellos me quieran imponer”, concluyó.