Un estremecedor caso conmociona a la ciudad de Belém, en el norte de Brasil. Una niñera fue detenida tras ser acusada de sedar con psicofármacos a un bebé de 11 meses para que durmiera más y, así, reducir sus tareas mientras lo cuidaba.
El hecho salió a la luz luego de que los padres del pequeño revisaran las cámaras de seguridad del hogar. En las imágenes, observaron a la mujer dándole algo de beber junto con la mamadera. Fue esa secuencia la que los llevó a hacer una denuncia penal que derivó en su detención días más tarde.
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La familia había empezado a sospechar cuando notaron comportamientos extraños en el nene: “A lo largo de la semana, ya habíamos observado a nuestro hijo con un comportamiento inusual: sueño excesivo durante el día, somnolencia durante las comidas y episodios en los que estaba claramente aturdido, con dificultad para mantener los ojos abiertos”, relató el papá.

Alarmados, revisaron las pertenencias de la niñera y encontraron medicamentos psiquiátricos para uso adulto, entre ellos quetiapina (un antipsicótico con fuerte efecto sedante) y sertralina (un antidepresivo con acción ansiolítica).
Tras el hallazgo el bebé fue hospitalizado y debió ser sometido a un lavado de estómago.

Por otro lado, la niñera fue arrestada cuando se escondía en la casa de su pareja. En el procedimiento, la policía secuestró medicamentos y jeringas que están siendo analizados por peritos forenses. Está acusada de intento de homicidio calificado, aunque su defensa sostiene que no tuvo intención de dañar al niño.