El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció este domingo la detención de Wilmer “Pipo” Chavarría, jefe máximo de Los Lobos, la organización criminal más grande y violenta del país.
Considerado el narco más buscado del continente tras la caída de “Fito” Macías, Chavarría había logrado eludir a las autoridades durante años gracias a una maniobra digna de una película: fingió su muerte, adoptó una nueva identidad y se instaló en Europa, desde donde continuó liderando una estructura criminal acusada de al menos 400 asesinatos.

La captura se logró en una operación conjunta entre la Policía de Ecuador y fuerzas de seguridad de España. Si bien el Gobierno ecuatoriano no confirmó el lugar exacto del arresto, desde hacía años se sospechaba que “Pipo” residía en territorio español mientras manejaba las operaciones de narcotráfico y minería ilegal de la banda.
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Noboa comunicó la noticia el mismo día de las elecciones en Ecuador y celebró la caída del capo más peligroso del país. “El criminal que fingió su muerte, cambió de identidad y se escondió en Europa mientras ordenaba asesinatos, controlaba la minería ilegal y movía rutas de droga junto al Cártel Jalisco Nueva Generación”, escribió el mandatario.
Los Lobos emergieron como la organización más poderosa de Ecuador desde 2020, superando incluso a Los Choneros tras aliarse con el Cártel Jalisco Nueva Generación para el envío de cocaína a México.
Su expansión incluyó no solo narcotráfico, sino también sicariato, minería ilegal de oro y operaciones con disidencias de las FARC para explotar enclaves mineros en la Amazonía.
Además, la banda ha sido vinculada al asesinato en 2023 del candidato presidencial Fernando Villavicencio, un crimen que sacudió al país y puso en la mira internacional a esta estructura criminal.



