"Quiero recordar hoy con ustedes a la hermana Inés Nieves Sancho, de 77 años, educadora de niñas pobres durante décadas, asesinada de modo bárbaro en la República Centroafricana en el mismo local donde enseñaba a coser a las niñas. Una mujer más que da la vida por Jesús en el servicio a los pobres".
Así recordó el Papa Francisco este miércoles a la monja española brutalmente asesinada entre la noche del domingo y la madrugada del lunes. El cuerpo de la víctima fue hallado en la localidad de Nola, dentro del taller donde enseñaba costura y bordado a un grupo de mujeres, la mayoría madres solteras. Llevaba 23 años haciéndolo.
+ MIRÁ MÁS: Un pediatra infectó más de 500 nenes y adultos con VIH
Inés estaba durmiendo cuando un grupo de personas, que aún no fueron identificadas, la sacó de la cama y la llevó al taller, informó la agencia EFE. "Allí se ensañaron con ella. El cadáver estaba en muy mal estado, lleno de heridas, y lo más importante, degollado, prácticamente decapitado", afirmó el español Juan José Aguirre, obispo de una ciudad centroafricana.
Por el momento se desconocen las motivaciones del crimen, que ocurrió en medio de una creciente ola de asesinatos de religiosos en el país. "Solo en 2018 han matado a cinco sacerdotes centroafricanos, algunos de los cuales trabajaban en campos de desplazados", señaló Aguirre.
+ MIRÁ MÁS: El nene amputado por la guerra en Afganistán baila feliz con su pierna nueva
El país africano atraviesa una transición violenta desde que el presidente François Bozizé fue derrocado en 2013. "Llevamos dos años de infarto. La República Centroafricana está dirigida por catorce señores de la guerra que controlan el 80 por ciento del país", aseguró.