Dos chicas de 12 y 13 años confesaron en las últimas horas haber matado a cuchillazos a una amiga, también de 12, cerca del municipio de Freudenberg, al oeste de Alemania. El caso conmocionó por completo a todo el país.
Las asesinas confirmaron su accionar ante la Policía e indicaron que conocían a la víctima, que formaba parte de su entorno. Los investigadores señalaron que la nena fue apuñalada en varias ocasiones y murió desangrada.
Luise, tal como se identificó a la niña fallecida, estaba desaparecida desde el sábado pasado. Su cuerpo fue hallado un día después al costado de un camino, en una zona de bosque, a pocos kilómetros de su vivienda.
La última vez que había sido vista fue el sábado a la tarde, cuando volvía a su casa caminando tras visitar a una amiga. Las fuerzas de seguridad habían puesto en marcha una operación de búsqueda y rescate después de que su familia denunciara su desaparición.
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Las chicas de 12 y 13 años fueron consideradas sospechosas dado que su testimonio no encajaba con el que habían ofrecido otros testigos. Durante un segundo interrogatorio ante varios psicólogos, confesaron haber cometido el asesinato.
"La niña murió como resultado de numerosas heridas de cuchillo y por la pérdida de sangre", sostuvo a un medio local Florian Locker, jefe de la Policía de Coblenza.
Las acusadas son inimputables por el crimen, ya que el límite de edad en Alemania es de 14 años. El gobierno local desde hace años está observando un patrón “muy preocupante” de actos delictivos cometidos por menores de 14 años en aumento al grado de tener “es un perturbador punto culminante“.