En el año 2015, Brittney Gargol, de 18 años, fue encontrada muerta, con signos de haber sido estrangulada, en un basurero en Saskatoon, en el oeste de Canadá.
+ MIRÁ MÁS: Tenían a sus 13 hijos encadenados y hambrientos
En ese momento, su amiga Cheyenne Antoine, de 21, dijo que la última vez que la había visto estaba con un hombre desconocido con el que supuestamente partió después de compartir juntas una noche de tragos.
Su declaración nunca convenció a los investigadores y las dudas crecieron a través de la recolección de pruebas y el testimonio de testigos. Finalmente, una foto encontrada en el perfil de Facebook de la amiga develó la verdad.
+ MIRÁ MÁS: Enloquecieron desnudos tras consumir éxtasis líquido
"Nunca me lo perdonaré. Nada que yo diga o haga me la devolverá. Lo siento muchísimo...”, dijo la homicida al confesar el crimen, dos años después de ocurrido. Esa noche, las amigas bebieron, discutieron y todo terminó de la peor manera. La Justicia la condenó a siete años de cárcel por homicidio culposo.
¿Cuál fue la prueba contundente? Unas horas antes del crimen, Cheyenne publicó en su cuenta de Facebook una selfie junto a Brittney. En la imagen, la asesina tiene puesto un cinturón similar al que fue encontrado junto al cuerpo de la víctima en la escena del crimen.