A más de 14 años de la misteriosa desaparición de Madeleine McCann, cada vez se tienen más detalles del principal sospechoso, Christian Brueckner de 44 años.
Jon Clarke, quien dedicó años al caso que conmovió a la opinión pública, escribió el libro: “My Search for Madeleine” (Mi búsqueda de Madeleine) en donde se revelan detalles de la vida pasada del principal sospechoso, cuando aún no había comenzado su camino de crímenes y delitos contra menores.
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De acuerdo a la reseña del libro, Brueckner tuvo una infancia tortuosa, ya que su madre biológica “vivía encima de una taberna y se relacionaba con delincuentes locales”. Primero vivió en un orfanato y después con una familia adoptiva.
Brueckner y sus dos hermanos sufrieron gritos y golpes constante por parte de su madre adoptiva. Brigitte era “brutalmente dominante” y buscaba una “disciplina estricta” para los niños. Su padrastro, Fritz solía “azotarles adecuadamente en el trasero desnudo gritando: ‘¡Si lloras, habrá más!’”.
Sus padres adoptivos le recordaban continuamente que eran “hijos de un delincuente y una puta”.
Brueckner, quien había sido detenido por otras causas en Alemania, vivió en la zona del Algarve portugués entre 1995 y 2007 y se encontraba cerca de la casa de vacaciones de Praia da Luz el día en que desapareció Madeleine.
En 2019 el hombre fue condenado por violar a una turista estadounidense en su chalet en 2005, a tan solo unas pocas cuadras del departamento de vacaciones de los McCann.
Su primer juicio por un delito sexual fue en 1994, cuando tenía 17 años, y fue condenado en Baviera por abusar de un niño. El último caso relacionado con menores fue un proceso por tenencia de pornografía infantil en 2016.
Brueckner vivió y trabajó entre 1995 y 2007 en el sur de Portugal, donde habría cometido varios delitos, robos en hoteles y departamentos.
Actualmente cumple condena por una violación cometida en 2005 en Portugal, cuya víctima fue una estadounidense de 72 años, a la que ató, pegó, agredió sexualmente y finalmente robó.
La fiscalía alemana cree que la pequeña fue asesinada en Portugal pocas horas después de haber sido raptada. Mientras tanto, Brueckner asegura ser inocente.