Desde 2012, los romanos no veían nevar con tanta intensidad. La precipitación embelleció el paisaje urbano pero generó muchos problemas y obligó a las autoridades a decretar el estado de emergencia.
En medio de los operativos de limpieza, los turistas festejaban y se divertían con los copos blancos. Desde el norte de Italia llegaron máquinas para despejar las principales avenidas.
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El Circo Romano, el Coliseo, el Foro, el Palatino se veían cubiertos por el manto blanco de nieve. Mientras los visitantes disparan fotos hacia todos lados, los chicos de las escuelas aprovecharon la suspensión de las clases para jugar con la nieve.
También hubo problemas de tránsito. Muchos automovilistas patinaban en las calles donde se acumuló el hielo.
El fenómeno que avanzó sobre la “Bota” de Europa viene acompañado con temperaturas polares del Burián. Se trata del viento siberiano que se abate sobre Europa Occidental.