Brasil, con 212 millones de habitantes, está enfrentando el mayor colapso sanitario y hospitalario de su historia, según la Fundación Fiocruz. De los 27 estados, 25 tienen una ocupación igual o superior al 80% en las UCI (Unidad de cuidados intensivo).
El doctor Jaques Sztajnbok, quien lidera la junta médica de la casi saturada unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital Emilio Ribas, de San Pablo, afirmó que en el último tiempo se comenzó a recibir pacientes más jóvenes, que están siendo internados con cuadros significativamente graves. Es esta una de las principales diferencias que la segunda ola de la pandemia trae, según comenta el especialista. El director del Emilio Ribas, Carlos Pereira Junior, afirmó: "La mitad de los pacientes internados en nuestras enfermerías tiene menos de 60 años, y hace un año eran el 35%".
Las muertes de brasileños de 30 a 59 años comenzaron a incrementar en el último mes del 2020, y para los primeros meses de 2021, pasaron a ocupar del 20% a casi el 27% del total. Los especialistas vinculan este aumento de internaciones de personas jóvenes al poco acatamiento de las normas de distanciamiento social. Además, cabe destacar que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, desalienta el uso de barbijo, crítica a los gobernadores que imponen restricciones a las actividades económicas, y alienta las aglomeraciones de partidarios.
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Según cuenta gente de allí, es casi normal ver a las personas por las calles sin barbijo, y los transportes públicos llenos. A su vez, diariamente se realizan operaciones policiales contra fiestas y bares clandestinos.
También, algunos médicos señalan a la variante P1, descubierta a fin de 2020, como responsable del cambio demográfico, aunque sin estudios claros que lo certifiquen. En este sentido, también señalaron que esta nueva variante es más transmisible, lo cual juega un papel muy importante en la segunda ola.
En cuanto a la gente en edad de riesgo, afirman que se produjo una baja en parte por la efectividad de la campaña de vacunación durante dos meses en ese grupo etario. “En algunos estados, la vacunación de los mayores de 75 años ya terminó. Además, los más viejos generalmente están más encerrados que los jóvenes, que circulan más”, señaló Walter Ramalho, epidemiólogo de la Universidad de Brasilia.