Dos semanas después de que TN.com.ar revelara en el informe “Malos hábitos” nuevos casos de abuso sexual de una congregación en Salta, el Papa Francisco se mostró avergonzado en una carta abierta a obispos durante la Navidad, que se enmarca en un hecho mundial plagado de “los nuevos Herodes de nuestros días, que fagocitan la inocencia de nuestros niños”.
“Tomemos el coraje necesario para implementar todas las medidas necesarias y proteger en todo la vida de nuestros niños, para que tales crímenes no se repitan más. Asumamos clara y lealmente la consigna tolerancia cero en este asunto”, exigió el Sumo Pontífice.
"Asumamos clara y lealmente la consigna tolerancia cero en este asunto"
Además, volvió a pedir perdón en nombre de la Iglesia, que se une “al dolor de las víctimas” y calificó como un “pecado” estos: “A su vez lloramos el pecado. El pecado por lo sucedido, el pecado de omisión de asistencia, el pecado de ocultar y negar, el pecado del abuso de poder. La Iglesia también llora con amargura este pecado de sus hijos y pide perdón”.
Francisco también hizo referencia a lo que describió como las “nuevas formas de esclavitud en el siglo XXI”. Valiéndose de un informe de Unicef de 2016, instó a cuidar la infancia y advirtió de que “si la situación mundial no se revierte”, en 2030 serán 167 millones los niños que vivirán en la extrema pobreza, 69 millones de menores de 5 años morirán entre 2016 y ese año y 60 millones de niños no asistirán a la escuela básica primaria”.