El caso April Corcoran estremeció a los miembros del jurado y fue lo peor que escuchó el Tribunal de la jueza Leslie Ghiz, del condado de Hamilton, en Ohio.
La mujer adicta a las drogas, dejó que su dealer violara a su hija de 11 años a cambio de una dosis de heroína. La entregó cuatro veces, y cada vez, el hombre la abusaba de una nueva manera, a veces grabando su crimen.
El aberrante hecho ocurrió entre febrero y junio de 2014, la mujer de 32 años fue condenada a 51 años de cárcel y el abusador, Shandell Willingham, aún espera su sentencia.
Según el fiscal, la nena fue obligada a tener sexo vaginal, anal y oral con Willingham, de 40 años de edad. Y como el pedófilo "prefería nenes aún más chicos", Corcoran disfrazaba a su hija de 11 para que parezca aún menor.
El abogado de la defensa, James Bogen, dijo: "Antes de convertirse en drogadicta, Corcoran era una madre cariñosa y atenta".
"Usted no mostró ningún tipo de piedad", afirmó la jueza. "No sé si entiende el daño que le hizo a esta pobre nena", agregó.
En tanto, la mujer habló y dijo estar consumida por la culpa y la vergüenza y se declaró culpable de múltiples cargos de complicidad en la violación, el tráfico de personas y niños en peligro.
Los abusos saltaron a la luz cuando la nena fue a vivir con su padre, en junio de 2014. Ahora, la joven tiene tendencias suicidas y toma medicamentos por ello.