En medio de los graves abusos sexuales que salieron a la luz, cometidos por curas en una congregación que nació en Salta y en el Instituto Antonio Próvolo en Mendoza contra chicos sordos, la Iglesia Católica atraviesa el mayor de los escándalos.
El Papa Francisco se manifestó avergonzado y exigió “tolerancia cero” con este asunto de los curas pedófilos. Sin embargo, una terrible acusación pesa en su contra. Desde la Asociación Italiana de Víctimas de Sacerdotes Pedófilos, denunciaron que el Sumo Pontífice sabía de las repugnantes prácticas cometidas por el cura Nicolás Corradi en 2014 y por otros tres que viven en Argentina: Giovanni Granuzzo, Luigi Spinelli y Eliseo Primati.
Según indicaron desde la organización, el Papa recibió tres cartas que relataban las diabólicas acciones que realizaban catorce curas, pero fueron totalmente ignoradas y nunca recibieron una respuesta. Una de las misivas fue enviada el 20 de octubre de 2014. Al año siguiente volvieron a mandarle otras dos y, como si fuera poco, una de las víctimas del Próvolo le entregó un escrito en sus manos.
Además, revelaron que "tres expedientes y decenas de documentos demuestran que las autoridades eclesiásticas conocían el caso de los curas pedófilos del Próvolo, y que en pocos días estarán en manos de los dos fiscales argentinos que investigan al cura Nicolás Corradi". Entre cartas y expedientes, también hay un video donde varias víctimas le exigen al Papa una respuesta.