Hace apenas un mes, un hecho escalofriante ocurrió en un resort de Walt Disney World. Lane Graves, un pequeño de 2 años, murió atacado por un caimán. A pesar de los intentos de parte de su padre por rescatarlo, otro cocodrilo impidió que lo hiciera.
La familia anunció en comunicado que no demandará a la compañía por la tragedia. Matt y Melissa Graves, los padres de la víctima, emitieron una dramática carta en la que explicaron por qué no realizaran una denuncia civil y penal contra la empresa de entretenimiento.
“Estaremos sólo enfocados en la salud futura de nuestra familia y no perseguiremos una demanda contra Disney”, escribieron en el comunicado.
La carta de la familia Graves
"Melissa y yo estamos destruidos. Siempre intentaremos comprender por qué esto le sucedió a nuestro pequeño dulce bebé, Lane. Cada día que pasa, el dolor se vuelve peor, pero sinceramente apreciamos las numerosas expresiones de compasión y de sentimientos cálidos que recibimos de todas partes del mundo. Sabemos que nunca podremos tener de vuelta a Lane y, por eso, intentamos mantener su espíritu vivo a través de la Fundación Lane Thomas. Es nuestro deseo que por medio de la fundación podamos compartir el inimaginable amor que Lane grabó en nuestros corazones. Además de la fundación, sólo estaremos enfocados en la salud futura de nuestra familia y no perseguiremos una demanda contra Disney. Por ahora, continuaremos pidiendo privacidad para enfocarnos en nuestra familia".
Desde el parque insisten en que fue un accidente y no una falla de seguridad. Después del ataque, se colocaron carteles para advertir sobre la presencia de caimanes.