Una inesperada decisión tomada en la Casa Blanca, causó sorpresa en Estados Unidos. El presidente Donald Trump despidió de manera fulminante al director del FBI, James Comey. “Está removido de su cargo, con efecto inmediato”, aclaró en la carta que le envió.
El funcionario, elegido por Barack Obama y cuyo mantado finalizaba en 2023, estaba al frente de una investigación sobre las presuntas relaciones del equipo de campaña del magnate republicano y Rusia. Según informó el portavoz del gobierno norteamericano, “el presidente actuó basado en la clara recomendación del Fiscal General y del Fiscal General Adjunto”.
El mandatario lo echó luego de que Comey testificara ante el Congreso sobre los correos electrónicos de Hillary Clinton que, según la ex candidata presidencial, le costó la elección el pasado noviembre. Al parecer, esos e-mails contenían información clasificada. Sin embargo, la agencia policial debió desmentirlo en una carta pública.
"El FBI es una de las instituciones más respetadas y alabadas de nuestra nación y hoy marcará el nuevo comienzo de la joya de la corona del cumplimiento de la ley", aseguró el presidente Trump en el comunicado de prensa.