"No se ha encontrado ningún indicio ni hechos que apunten a un posible ataque terrorismo o sabotaje a bordo", informó la agencia rusa de inteligencia FSB tras al accidente del avión militar que dejó 92 muertos en el Mar Negro.
Los investigadores apuntan como posibles causas a un error del piloto, mala calidad del combustible, objetos externos que entraran en el motor o una falla técnica no especificada. Según los primeros análisis, el avión Tu-154 se estrelló dos minutos después de despegar desde la localidad rusa de Sochi con destino a Siria. Entre los 84 pasajeros, viajaban los integrantes del coro del Ejército ruso.
Mientras tanto, más de 3500 rescatistas distribuidos en 45 barcos trabajan buscando los cuerpos de las víctimas en el lugar del siniestro. Entre ellos, hay 135 buzos que son ayudados por helicópteros, drones y sumergibles para localizar restos de la tragedia.
"Los buzos hallaron en el Mar Negro restos del avión siniestrado", señaló un comunicado del Ministerio de Situaciones de Emergencias ruso. Por el momento, no fueron encontradas las cajas negras del avión. El ministro de Transportes, Maxim Sokolov, aclaró que los dispositivos no tenían balizas de radio, por lo que localizarlas será una tarea complicada.
Los restos fueron encontrados a 1,7 kilómetros de la costa y a una profundidad de 27 metros. Hasta el momento, fueron trasladados 11 cuerpos de los fallecidos en el mar.