Un mural callejero de Hillary Clinton con un escotado traje de baño ocasionó el enojo del consejo municipal de un suburbio de Melbourne, Australia, que calificó como ofensivo el dibujo.
El provocativo mural fue creación del artista Lushsux sobre la pared de un negocio en Footscray. El hombre ya había pintado otros murales de Donald Trump, su esposa Melania, y celebridades de TV como Kim Kardashian. Algunos, hasta más subidos de tono, que el de la mujer de Clinton.
Pero esta vez, intimaron al dueño del negocio para que removiese la imagen en un máximo de diez días.
"Creemos que es ofensivo no porque ataque a Hillary Clinton sino porque muestra a una mujer semidesnuda, de acuerdo a la norma de prevención de grafittis de 2007", explicó el director ejecutivo del consejo, Stephen Wall.
Lushsux respondió que la actitud del consejo le parecía patética y finalmente, para acabar con la polémica, el artista australiano decidió pintarle encima del mural un niqab, como el que utilizan las mujeres musulmanas para cubrirse todo el cuerpo, dejando a la vista sólo los ojos de Hillary.
"Si esta mujer musulmana lo ofende, usted es un intolerante racista, sexista e islamófobo", escribió al lado.