El Estado Islámico continúa mostrando las imágenes impactantes de las brutales ejecuciones. Sin escrúpulos y demostrando que ellos son los que “mandan”, mataron a seis “espías”.
Al parecer, estas personas se habían infiltrado entre los terroristas para enviar información al Gobierno de Irak y al Ejército. El hecho ocurrió dentro de la fortaleza de Faluya, en la provincia de Anbar.
En las seis ejecuciones, los miembros del ISIS trataron de que entendieran que ese era su territorio y que nadie debía entrometerse allí. Pero dos de ellas fueron las peores. Uno de los hombres, a quien acusaron por espionaje, fue decapitado con un alambre explosivo atado al cuello. A otra de las víctimas le cortaron la cabeza con un cuchillo.
El resto de los hombres se arrodillaron, como una forma de pedir perdón, y recibieron balazos en la parte posterior de la cabeza.