Donald Trump es el presidente electo de Estados Unidos y en ese país se abrió una grieta. Mientras las protestas en su contra continúan copando las calles y muchas símbolos de la cultura norteamericana se siguen lamentando, el ganador de las elecciones tiene apoyos polémicos.
Es el caso del Ku Klux Klan. Durante siglos, la organización más conocida como KKK se dedicó a perseguir y asesinar a negros por cuestiones raciales.
Hoy su magnitud está reducida a pequeños grupos esparcidos por Estados Unidos. Uno de los más grandes, los Leales Caballeros Blancos de Pelham, fue el que convocó a festejar por Donald Trump el próximo 3 de diciembre en Carolina del Norte, uno de los estados claves para el triunfo del próximo presidente.
La página del movimiento mantiene el evento rodeado de misterio. En el llamado a movilizarse no hay hora ni lugar y un teléfono publicado no da tono, según Los Ángeles Times.