El Papa Francisco y Donald Trump se reunieron durante 27 minutos en la llamada Sala del Tronetto de la Biblioteca Privada del Vaticano. "Es un gran honor estar aquí", dijo el presidente de Estados Unidos. "Encantado de conocerle", fue la respuesta de Francisco.
En un Vaticano hiper blindado, Trump arribó con una caravana de más de 70 vehículos mientras un helicóptero volaba en las alturas. Trump llegó acompañado por su esposa Melania, quien lució un vestido negro y el pelo recogido.
La reunión privada se extendió por algo más de los veinte minutos que suelen durar las conversaciones del Papa con los jefes de Estado. Con la presencia de intérpretes, dialogaron en privado al tiempo que el Santo Padre se justificó por no hablar correctamente el inglés.
Cuando Trump presentó a la delegación que lo acompañaba, Francisco saludó a Melania y le preguntó si habían "comido pizza". Luego, bendijo un objeto que la esposa del presidente tenía en la mano. También estuvieron presentes Ivanka, la hija mayor de Trump y su yerno, Jared Kushner.
Durante el tradicional intercambio de obsequios, Trump le dió un libro en una caja elegante al Sumo Pontífice. "El encuentro con el Papa fue fantástico. Es una gran persona. Italia me está gustando mucho", señaló el líder estadounidense al finalizar la visita.
El Papa le entregó las encíclicas Evangelii Gaudium y Laudato Si, la exhortación Amoris Laetitia y su último mensaje de la jornada de paz. También un rosario bendecido y el medallón de bronce que regala a muchos mandatarios, que representa un olivo que crece entre una piedra partida.