Donald Trump prometió construir un muro de 2.500 kilómetros en la frontera con México para combatir la inmigración y que deportará unos 11 millones de indocumentados.
Ante los dichos, el Papa respondió y dijo: "Una persona que quiere construir muros y no puentes, no es cristiana".
Esta declaración se da un día después de la misa en la frontera entre México y los Estados Unidos, donde el Sumo Pontífice había denunciado la "tragedia humana" que sufren los migrantes.
Cuando le preguntaron a Francisco sobre si los estadounidenses deberían o no votar a Trump en las elecciones presidenciales de noviembre afirmó: "No voy a involucrarme. Sólo digo que no es cristiano si ha dicho cosas como estas".
Y aclaró: "Debemos ver si ha dicho las cosas de esa forma y entonces le daré el beneficio de la duda".
Trump no tardó en contestar: "Es vergonzoso que un líder religioso esté cuestionando la fe de otra persona. Siento orgullo de ser cristiano".
"Ningún líder, en especial uno religioso, debería tener el derecho de cuestionar la religión o fe de otra persona. Dijo cosas negativas sobre mí porque el gobierno mexicano lo convenció de que Trump no es una buena persona".