Omran Daqneesh reflejó el símbolo de la brutalidad del régimen sirio. Su imagen conmovió al mundo y aún hoy, padece las consecuencias.
La foto de Omran con su rostro cubierto de polvo y sangre, su expresión desorientada y de miedo en una ambulancia, causó indignación y generó críticas al gobierno central de Siria.
Pero lamentablemente, lejos de buscarle un nuevo hogar al pequeño y un refugio seguro, el régimen no le perdonó haberse convertido en un símbolo de la guerra.
El periodista que sacó la foto, Mahmoud Raslan, explicó a Fox News qué sucedió con el niño.
"Perdí el contacto con la familia de Omran. La milicia de Al-Assad arribó y su familia fue confinada bajo arresto domiciliario, donde no pueden ser contactados por los medios occidentales. Su residencia fue cambiada y fueron puestos bajo custodia".
El régimen enojado dijo que la imagen había sido falsificada para hacerlos quedar mal, pero el impacto fue tal, que no lograron minimizar lo ocurrido por lo que decidieron prácticamente "secuestrar" a la familia y prohibirle el contacto con las personas.