Mientras la tercera ola de coronavirus amenaza con saturar los hospitales en Europa, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció este miércoles un confinamiento parcial para todo el país, durante cuatro semanas.
En un intento de frenar el avance de la pandemia que ya complica a nivel sanitario a varias regiones, el mandatario aplicó nuevas restricciones que incluyen el cierre de todas las escuelas e institutos por tres semanas.
En un duro discurso televisado, extendió para todo el país el tipo de confinamiento en el que ya estaban casi 20 departamentos. "El 44% de los pacientes en reanimación hoy tienen menos de 60 años. Podemos perder el control si no reaccionamos", indicó.
Entre las medidas está el cierre de comercios no esenciales, salvo excepciones, y la prohibición de desplazarse a más de 10 km.
Además, se mantiene el toque de queda entre las 19 y las 6 de la mañana, tal como se había fijado hace dos semanas.
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Para los franceses el teletrabajo (home office) será obligatorio. Los comercios permanecerán cerrados, como los restaurantes, bares, museos y centros culturales. ”La situación es más peligrosa que en otoño, porque el virus es más contagioso y más mortífero” debido a la variante británica, afirmó.
La esperanza de volver
En su anuncio, el presidente prometió que a mediados de mayo habrá una reapertura: volverán a abrir los bares, las terrazas, centros culturales y restaurantes abiertos, bajo un estricto protocolo.
El plan del gobierno prevé la vacunación abierta a personas de 60 a 70 años a partir del 16 de abril, a personas de 50 a 60 años a partir del 15 de mayo, y a menores de 50 a mediados de junio.