Los cuatro años de negociación para terminar un conflicto que costó millones de vidas entre el Estado colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tuvieron, en la última instancia, un duro revés del pueblo colombiano.
Con una ventaja de más de 50.000 votos al escrutarse el 99,08 por ciento de las mesas, el "no" se impuso en el plebiscito. De esa manera, se cayó completamente la negociación por la paz. Juan Manuel Santos, presidente del país, había asegurado que no tenía plan B en caso de ser rechazado el acuerdo.
El lunes pasado, el mandatario y Rodrigo "Timochenko" Londoño, líder de las FARC, firmaron en Cartagena el fin de la guerra que cuenta 52 años. Al acto, de fuerte valor simbólico, asistieron líderes mundiales, incluido el presidente Mauricio Macri.
La respuesta que debían responder los colombianos en el plebiscito era "¿apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?". Con el "no" confirmado, se abre una nueva e impensada etapa del proceso, en la que reina una sola sensación: la incertidumbre.
El ex presidente Álvaro Uribe fue el líder de la campaña por el "no".