Michelle Gregg es la mamá del niño de tres años que el fin de semana cayó en la fosa de un gorila, en el zoológico de Cincinnati, y fue rescatado luego de que autoridades del establecimiento mataran al animal.
El gorila, de 17 años, sujetaba al niño y no lo dejaba escapar, mientras lo arrastraba a lo largo del foso.
La polémica surgió cuando se dio a conocer la muerte del simio, por lo que la madre del nene salió a hablar.
Primer, agradeció a la gente que estuvo a su lado y le brindó ayuda: "Quiero agradecer a todos por sus pensamientos y sus oraciones en el día de hoy. Lo que empezó como un día hermoso terminó como aterrador. Para aquellos que vieron en las noticias o en las redes sociales que fue mi hijo el que se cayó en la fosa del gorila en el zoológico. Dios protegió a mi hijo hasta que las autoridades pudieron dar con él. Mi hijo está a salvo, pudo salir caminando sólo con una concusión y algunos rasguños, no hubo huesos rotos ni heridas internas".
Luego, se defendió ante las críticas, que cada vez son más: "Como sociedad, somos rápidos para juzgar cómo un padre pudo sacarle los ojos de encima a su hijo. Todos los que me conocen saben cómo cuido a mis hijos. Los accidentes ocurren pero estoy agradecida que las personas correctas hayan estado hoy en el lugar indicado. Gracias a todos los que me ayudaron a mí y a mi hijo y más que nada a Dios por ser el increíble Dios que es".
Muchos cuestionaron la decisión de matar al animal, sin embargo, los especialistas del zoológico entendían que sedarlo no era una opción porque no garantizaba el rescate inmediato.