El incendio ocurrió en el templo Puttingal, del estado de Kerala, en el sur de la India, donde murieron más de 100 personas y 350 resultaron heridas. Una multitud disfrutaba de un espectáculo de fuegos artificiales.
El trágico incidente comenzó cuando una chispa prendió otra remesa de fuegos artificiales, que estaban guardados en un depósito de pirotecnia del templo en la ciudad de Kollam. Las llamas se propagaron donde, cerca de 10 mil personas, participaban de la fiesta de año nuevo hindú.
El derribo del edificio como el incendio provocaron la muerte de las personas. Los heridos fueron trasladados a diferentes hospitales. El fuego se logró controlar en la mañana de este domingo.
Si bien en la ciudad india está prohibida la utilización de material pirotécnico, las autoridades expiden permisos puntuales para su uso en celebraciones específicas.