Un nene de cinco años cayó a un pozo de unos 32 metros de profundidad en la localidad marroquí de Ighran, en el norte del país, y los rescatistas llevan dos días luchando para salvarlo.
Testigos presentes en el lugar, ubicado junto a la vivienda familiar, indicaron que “el niño sigue vivo”.
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Las autoridades movilizaron cinco maquinarias pesadas para excavar en forma paralela al pozo para llegar a su profundidad y, desde ahí, acceder al rescate del pequeño Rayan.
Efectivos marroquíes lograron introducir desde el principio oxígeno y agua con azúcar a través de un tubo donde Rayan está atrapado para mantenerlo con vida.
De igual forma que introdujeron oxígeno lo hicieron con una cámara para poder monitorearlo y allí se puede ver al niño en el fondo del pozo, cubierto de tierra y con sangre en la cabeza, que se pudo haber generado como consecuencia de un golpe en la caída.
Un voluntario intentó bajar con una cuerda atada, pero se atascó en el camino por la estrechez del sitio.
“Rayan inhala y exhala unas veinte veces por minuto, lo que es un buen indicador de su estado general de salud”, señaló un médico a medios locales.
El padre de Rayan habló y dijo: “Todos están haciendo lo posible para que salga con vida y podamos tomarlo en nuestros brazos al final del día. Pero no les escondo que su madre y yo estamos abatidos y muy preocupados”.
En las redes sociales ha comenzado una campaña bajo el hashtag “Salven a Rayan” con el objetivo de visibilizar el caso de este pequeño de Marruecos.