Según el Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos, Irma seguirá debilitándose en las próximas horas y las ráfagas como huracán ya son de tormenta tropical, en los estados de Georgia, Alabama, Mississippi y Tennessee.
Durante casi diez días, el huracán atravesó las islas del Caribe para llegar al sur de los Estados Unidos con un saldo de al menos 27 muertos y muchos daños materiales.
El huracán se mueve a 30 kilómetros por hora rumbo al noroeste y se espera que este rumbo se mantenga hasta mañana.
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El Centro Nacional de Huracanes redujo algunas de las alertas y advertencias previas para distintas áreas de Florida.
En la isla de Saint Martin, las autoridades calificaron de catástrofe lo sucedido y afirmaron que el 95 por ciento de la isla fue arrasada e informaron que hubo cinco muertos.
Sara, una mujer española, detalla una situación mucho más caótica. Asegura que hay miles de cadáveres flotando y que la gente se mata por una botella de agua o un trozo de pan. Mirá cómo quedó su casa.
Ahora, viene la reconstrucción del saldo devastador que ha dejado este fenómeno.
El huracán dejó a más de 5,7 millones de viviendas sin electricidad en Florida y el peligro ahora es el aumento brutal del agua. Además, comenzaron a buscar sobrevivientes puerta a puerta.
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Estados Unidos calcula que los destrozos, de Irma y Harvey, le costará 290 mil millones de dólares.
En Cuba las ráfagas alcanzaron los 256 km/h y dejó torres de telecomunicaciones derrumbadas, árboles caídos, casas inundadas y viviendas sin techos. Un millón de personas se encuentran refugiadas en albergues y hasta el momento hay diez muertos.
En tanto, en Bahamas, una playa se quedó sin mar, ya que la fuerza del huracán desvió la corriente y causó el retiro del agua en la costa. Los pobladores tuvieron miedo de que fuera un tsunami, pero según explicó la científica atmosférica y editora del clima del diario The Washington Post, Angela Fritz, “Irma es tan fuerte y su presión es tan baja, que succionó el agua de su entorno, en el núcleo de la tormenta”.
De a poco el agua regresará a las playas de Long Island.