Los bombardeos dejan marcas imborrables y espantosas en los habitantes de Siria. Las secuelas de tipo físico y psicológico acompañan a las victimas de por vida. Entre los sufridos habitantes, están los niños de la guerra que son un testimonio cruel de la demencia humana.
Cómo si tanta locura no fuera suficiente, se suman los estúpidos que nunca faltan y que juegan con la desgracia. Un video viralizado en las redes sociales, mostró cómo es la reacción de un niño que vivió en medio de las bombas.
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