La fotografía fue tomada por una cámara de seguridad y subida a las redes sociales. Entre los usuarios, provocó una ola de críticas que llevaron a la empresa a apartar al trabajador de 28 años de edad. En ese país, el trabajo es prácticamente una actividad sagrada y se caracterizan por ser una sociedad extremadamente respetuosa.
La imagen fue captada en la cabina de control frontal de un "shinkansen" que sale de Tokio y tiene destino final Osaka, al oeste de la isla.