El grupo yihadista reivindicó el atentado a través de las redes sociales. “Dos solados del califato llevaron a cabo operaciones en una guarida de infieles en la zona de Sayeda Zeinab, matando al menos a 50 personas e hiriendo a 120”, señaló ISIS.
Se trata del tercer atentado suicida por parte de este grupo terrorista. Esta vez, según el Observatorio Sirio de Derecho Humanos (OSDH), 58 personas murieron, entre ellos 20 civiles, algunos niños y 25 activistas chiítas extranjeros.
Las imágenes son realmente estremecedoras. Un coche bomba estalló cerca de la mezquita chiíta, al sudeste de la capital de Siria. Al mismo tiempo que la gente comenzó a acercarse al lugar de la explosión, dos kamikazes se hicieron estallar lo que provocó más de 100 heridos.
El atentado ocurrió mientras se llevaba a cabo en Ginebra una reunión con delegados del régimen sirio y de la oposición. El objetivo del encuentro era avanzar con las negociones de paz y poner fin a una guerra de casi cinco años.
El Estado Islámico considera a la comunidad chiítas como herejes. En la mezquita de Sayeda Zeinab se encuentra el mausoleo de una de las nietas del profeta Mahoma. Los miembros de esta comunidad peregrinan hacia él diariamente y algunos provienen de Irán, Irak, el Golfo Pérsico y Líbano.