Elizabeth “Lizzy” Nyers tiene cinco años y vive en Ohio, Estados Unidos. La niña padece el síndrome de Usher de tipo 2, una rara enfermedad genética que la hará perder, de manera progresiva, la vista y el oído.
El silencio y la oscuridad llegarán pronto a su vida y sólo quedará sumergida entre recuerdos y emociones. Sus padres, Steve y Christine Myers, quieren cumplirle todos sus sueños, a partir de una larga lista que hace meses hicieron.
Pero nadie imaginó que el momento más deseado por Lizzy finalmente llegó. La pequeña quería conocer al Papa Francisco y esta noche la recibirá con los brazos abiertos.
De acuerdo al drástico pronóstico de los médicos, le quedan entre cinco y siete años para poder gozar de las maravillas terrestres. Pero por suerte, una campaña solidaria para hacerla viajar a Roma permitirá que Elizabeth haga su sueño realidad.