Son muchas las historias conocidas de personas que viajaron y quedaron aisladas fuera de su país debido a la pandemia del coronavirus. Y, a su vez, la mayoría de las atracciones turísticas mundiales debieron cerrar sus puertas para evitar grandes aglomeraciones.
En este caso, un turista japonés logró cumplir su sueño y de manera completamente exclusiva, ya que abrieron la ciudad de Machu Picchu únicamente para él, luego de siete meses de estar varado.
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El protagonista de esta historia es Jesse Takayama, de 26 años, que había llegado a mediados de marzo para quedarse únicamente tres días y conocer la majestuosa ciudadela inca. Sin embargo, un día antes de la excursión se dispuso la cuarentena y el toque de queda en Perú, por lo que su plan quedó suspendido por más de 200 días.
Takayama se convirtió en el primer extranjero en ingresar a la obra maestra arquitectónica este sábado, gracias a una serie de trámites y papeles que presentó a la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo del Cusco (Directur Cusco), el Ministerio de Cultura y la municipalidad de Machu Picchu.
Machu Picchu deberá reabrir recién en noviembre, tras un primer intento en julio, que fue desechado luego de que los contagios de coronavirus continuaron en alza en la región del Cusco. Las autoridades anticiparon que, una vez que se permita el ingreso de visitantes, solo entrarán 675 turistas por día a Machu Picchu, el 30 % de la capacidad en temporada normal, y en grupos de ocho personas como máximo, acompañados de un guía.