Las guerras de los carteles siembran la muerte en las calles del estado de Guerrero. A diario, los cuerpos de las víctimas aparecen baleados o mutilados. Los amontonan en el Servicio Médico Forense (Semefo) y muchos quedan olvidados.
Lo que antes fue un paraíso turístico ahora es un territorio de guerra. Para algunos gobiernos, es tan peligroso como estar en Siria o Afganistán. Estados Unidos recomienda a sus ciudadanos no vacacionar en estas playas que ahora lucen desiertas.
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La saturación provocó alarma entre los trabajadores de la morgue. Los empleados de la Fiscalía General del Estado (FGE) abandonaron sus puestos de trabajo. Cerraron las oficinas y denunciaron el mal olor que desde hace más de un mes desprenden unos 600 cuerpos que están en las instalaciones.
Las cámaras tienen capacidad para 180 y se amontonan de a 250. El resto quedan en el piso de la cámara frigorífica.