Una historia cruel y que enoja muchísimo. Katya Badaeva nació con una deformación en su rostro. Sus padres la entregaron a un orfanato en la ciudad de Azovsk, al sureste de Rusia. Los médicos le aseguraron que sólo sobreviviría unos meses.
Sin embargo, nada de eso ocurrió y pudo superar las severas anomalías con las que nació. Cumplió 17 años y se presentó en un programa de televisión donde iba a reencontrarse con su madre, quien la desechó en ese hogar sin piedad.

Ella quería regresar a su casa y vivir con su familia. Pero su madre le puso una condición horrible. Dejó al descubierto que no tenía corazón y nada le importaba. Por eso le pidió que se someta a operaciones estéticas para tener un “rostro normal” y de esa forma aceptaba que viva en su hogar.
No estaba arrepentida de lo que había hecho. Todo lo contrario, seguía con el mismo pensamiento. ¿Acaso le daba vergüenza? La inocencia de Katya, llevó a aceptar esa propuesta. Fue así como se sometió a las cirugías plásticas, a pesar de los peligros que eso implicaba.
Lamentablemente, Katya Badaeva no sobrevivió a la intervención. Según publicó el diario Daily Mail, sufrió una arritmia cardíaca y su corazón dejó de latir. Murió en el quirófano y su mamá aseguró que fue Dios quien se la llevó, no los médicos.
