Temperaturas extremas, fenómenos devastadores como incendios forestales, tormentas, desprendimiento de hielos, destrucción de los ecosistemas y días de calor insoportable se vivieron estas últimas semanas en todo el mundo.
Según un informe publicado por la Organización Meteorológica Mundial, julio fue catalogado como el mes más cálido y caluroso registrado en los últimos 120.000 años.
Además, la OMM explicó que la ola de calor que azota Europa, China y América del Norte es 100 veces mayor de lo que hubiese sido si no existiera el cambio climático.
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"El cambio climático es una realidad y ya se hace notar de forma extrema", dijo Leandro Díaz, climatólogo del Conicet, a Arriba Córdoba y agregó que la temperatura media del planeta tierra aumentó 1,2°C y esto está relaciondo con los gases de efecto invernadero provocados por el uso de combustibles fósiles que se vienen emitiendo en los últimos años.
Julio registró récords en temperaturas a nivel mundial:
-80 grados en el Desierto de Sonora, México.
-52 grados en China.
-Alteración en el ecosistema marítimo de los mares de Italia, España y EE.UU.
-Pérdida de hielo del tamaño del territorio argentino en la Antártida.
El climatólogo expresó que el período de retorno de las olas de calor es cada vez más corto, por eso hace calor más rápido.
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El pronóstico para Argentina
La ola de calor que se está registrando en el Hemisferio Norte llegaría a Argentina, según pronóstica la OMM, en el verano del 2024 y provocará sequías, falta de lluvias y tormentas muy fuertes.
"Las acciones que se necesitan están demoradas, la tecnología avanzó pero no ha llegado a repercutir para paliar la situación. Además, requieren de un costo elevado. Lo que no invertimos para mitigar el cambio climático, lo pagamos en las pérdidas que sufrimos", expresó Díaz.
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En los últimos años se está generando más conciencia sobre esta problemática, las generaciones más jóvenes empiezan a hacerse cargo. "Nuestro paso por el mundo tiene un impacto, hay que tratar de que haga el menor daño posible al medioambiente", indicó el especialista.
"Los estados juegan un rol muy importante, deben haber regulaciones, estimulación a las industrias, ciudadanos y un compromiso con el mundo que se viene, si no, serán peores consecuencias las que afectarán nuestra calida de vida", finalizó Díaz.