Algunas tribus tradicionales de Asia conservan la aplicación de la ley de Talión, es decir, del diente por diente y del ojo por ojo. Un consejo local ('jirga') de Pakistán ordenó al hermano de la víctima de una violación, como venganza, abusar sexualmente de la hermana del autor del ilícito.
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Las normas del país no autorizan la justicia por mano propia ni el uso de estas prácticas. Por esta razón, las autoridades locales detuvieron a más de 20 personas que participaron en la realización y decisión de esta pena fuera de ley.
La violación de una niña de 12 años en un campo de la zona de Multan, provincia de Punyab, motivó que la 'jirga' de la comunidad paternalista decida, dos días después del hecho original, aplicar una sentencia proporcional: el mismo castigo que el daño recibido.
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El jefe del consejo tribal le ordenó a un miembro varón de la familia de la víctima que pague la ofensa con la misma moneda. Cumpliendo con un ritual polémico, un hombre violó a una joven de 17 años, hermana del primer abusador.
Los "crímenes al honor" habitualmente son resueltos, en pequeña aldeas, por los más ancianos de la comunidad, quienes ofician de árbitros para solucionar los conflictos. El gobierno considera su funcionamiento como ilegal, entre otras causas, por sus controvertidas decisiones.