Una verdadera locura ocurrió el pasado jueves a bordo de un avión Boeing 737 de la compañía Delta. A 10 mil metros de altura, un pasajero se levantó de su asiento y se dirigió directamente a la puerta, con la intención de abrirla.
Para reducirlo, una azafata no tuvo otra opción que partirle una botella de vino en la cabeza. Según informó la fiscalía estadounidense que sigue el caso, dos azafatas lo detuvieron, una de ellas le pegó con dos botellas de vidrio y una se rompió.
El hombre, llamado Joseph Hudek, tiene 23 años y viajaba en primera clase. Una de las tripulantes declaró que "no pareció afectado por la rotura en su cabeza y siguió forcejeando". Inclusive se supo que logró mover la palanca, pero no hasta un punto en el que la puerta se abra.
Finalmente, el desacatado viajero fue contenido con la ayuda de otros pasajeros. Apenas el avión que partió de Seattle aterrizó en Pekin fue detenido y podría salir en libertad en las próximas horas, pago de una fianza mediante.
+ FOTO: así quedó el avión tras la pelea: