La medida fue firmada por el presidente Donald Trump para mantener a terroristas islamistas fuera del territorio norteamericano.
Pero la Justicia le refutó la iniciativa y dio paso libre a quienes hayan llegado hoy con un visado válido.
La jueza Ann Donnelly, del Tribunal del Distrito Federal de Brooklyn (Nueva York), dictó que los refugiados u otras personas afectadas por la medida y que han llegado a aeropuertos estadounidenses no pueden ser deportados a sus países.
Según la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU), entre 100 y 200 personas han sido detenidas a su llegada a aeropuertos estadounidenses desde que Donald Trump firmara la orden, el viernes pasado, una semana después de su asunción.
La jueza no declaró que los afectados puedan permanecer en el país ni se pronunció sobre la constitucionalidad de la medida y fijó una audiencia para el 21 de febrero para volver a abordar el caso.
La canciller alemana, Angela Merkel, habló sobre el veto temporal a la entrada a Estados Unidos de ciudadanos de países musulmanes y dijo estar convencida de que “la guerra decidida contra el terrorismo no justifica que se coloque bajo sospecha generalizada a personas en función de una determinada procedencia o religión".
El decreto firmado por Trump suspende tanto la entrada de todos los refugiados durante 120 días como la concesión durante 90 días de visados a siete países de mayoría musulmana con historial terrorista -Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Yemen e Irán- hasta que se establezcan nuevos mecanismos de escrutinio.
El veto de Donald Trump a los refugiados generó detenciones, demandas y protestas en el aeropuerto de Nueva York.