La Fiscalía Nacional de Chile reveló que hay un total de 158 miembros de la Iglesia Católica chilena -obispos, sacerdotes y laicos- que son investigados como autores o encubridores en casos de abuso sexual a menores y adultos que se extienden por casi seis décadas. Los casos hacen referencia a 144 investigaciones sobre hechos ocurridos desde 1960 a la fecha e involucran a 266 víctimas -178 de ellas niños, niñas y adolescentes-, según los datos entregados por la Fiscalía General.
A raíz de esto, la Iglesia de Chile dio a conocer el nombre de 42 sacerdotes y un diácono condenados por la justicia civil o la canónica, acusados de abusos sexuales a menores. "Hemos fallado a nuestro deber de pastores al no escuchar, creer, atender o acompañar a las víctimas de graves pecados e injusticias cometidas por sacerdotes y religiosos", señaló el vocero en rueda de prensa.
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Sin embargo, no se precisó la fecha en la que se cometieron los hechos ni la condena que recibieron los responsables. Entre los nombres que figuran en la lista se destaca el del influyente sacerdote Fernando Karadima, formador de varios obispos, quien gobernó por varias décadas la parroquia El Bosque.
La denuncia del escándalo
La denuncia contra Fernando Karadima fue la más escandalosa y es la que hizo temblar a la Iglesia Católica de Chile. El sacerdote estaba muy vinculado a los sectores del poder político, económico y canónico (ya que este fue el formador de varios obispos y curas de la Iglesia Católica).
Las primeras denuncias se hicieron en 2004, pero pasaron casi desapercibidas. En 2010, Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo contaron cómo fueron abusados por Karadima cuando ellos eran adolescentes. Desde ese momento hasta la fecha se fueron sumando varias denuncias, no solo contra Karadima, también contra otros religiosos.
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En un primer momento, el Papa Francisco no dio crédito a estos testimonios, pero luego e encarar una investigación interna finalmente reconoció los hechos. Los tres denunciantes Cruz, Murillo y Hamilton fueron recibidos en abril por el Sumo Pontífice y este les pidió perdón en forma personal y como autoridad de la Iglesia. A raíz de este caso renunciaron, en los últimos meses, cinco obispos.
Los maristas
Este año, poco antes que el Papa arribara a Chile, estalló otro escándalo dentro de la Iglesia: las denuncias contra la Congregación Marista. En la actualidad, esta congregación tiene, solamente en Chile, 12 centros educativos y más de 15 mil alumnos. Los abusos se habrían cometido entre 1970 y 2010 contra niños que en ese momento tenían entre 6 y 10 años. En los últimos meses, la Justicia recibió más de 30 denuncias contra esta congregación.
A raíz de esto, el Ministerio Público de Chile decidió concentrar todas las denuncias en una sola fiscalía. Hasta el momento hay siete personas, entre curas y laicos consagrados, denunciados por abuso sexual agravado. Por todas estas denuncias, el Papa Francisco le aceptó la renuncia a cinco obispos, algunos de ellos acusados de encubrir abusos.