Con sólo 15 años de edad, sacó valor para proteger la vida de sus amigos. Cerró la puerta del salón de la Marjory Stoneman Douglas High School, donde estaban atrapados, en medio del infierno de balas. Así y con su cuerpo evitó que Nikolas Cruz entre para acribillar a los jóvenes aturdidos y entregados a una muerte segura.
Al evitar que avance, el matador siguió su camino y los estudiantes pudieron escapar. Sin embargo, las ráfagas de balas le dieron a Borges y le abrieron heridas en distintas partes del cuerpo.
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El muchacho, hijo de inmigrantes latinoamericanos, quedó tendido en el piso hasta que alguien lo sacó del infierno. Un poco más aliviado, pero luchando contra el dolor de las tremendas heridas, un efectivo policial rescató su historia y la contó en las redes sociales. "Afortunadamente se está recuperando, pero tiene un largo camino por delante y necesitará varias operaciones quirúrgicas", indicó el alguacil del condado de Broward, Scott Israel.
Anthony tiene cinco tiros en ambas piernas. Una entró por el muslo superior izquierdo y le atravesó la espalda. Le afectó un pulmón y le tocó una parte del hígado.
Otros compañero ratificaron el acto de heroísmo cuando comenzó a conocerse esta historia. “Nos salvó la vida. Cuando comenzó el tiroteo todos corrimos a escondernos en el salón de clases y Anthony se quedó último para protegernos. Al tratar de cerrar la puerta recibió los disparos", indicó uno de sus compañeros.