Después de la tragedia que sacudió a la ciudad de Orlando, por la muerte del nene de dos años que fue arrastrado por un caimán, otro hecho conmueve a Estados Unidos.
Un desenlace fatal ocurrió en el Parque Acuático Schlitterbahn de Kansas. Nuevamente la víctima es un nene. Se llamaba Caleb Schwab, tenía 10 años y era hijo de un legislador republicano.
El pequeño sufrió un accidente en el tobogán más alto del mundo llamado Verrückt (“loco” en alemán). Si bien los voceros del parque no quisieron dar detalles de lo ocurrido, algunos testigos señalan que el arnés que lo sujetaba no estaba funcionando de manera correcta.
+ VIDEO: el tobogán de la muerte
La atracción de Kansas, que figura en el libro Guiness, está cerrada a la espera de una investigación. “Honestamente no sabemos qué ocurrió. Esto es algo que no había pasado antes”, aseguró uno de los encargados del parque acuáticos.
Hasta 2014, el tobogán tenía ciertas restricciones para su uso – 14 años y 1,37 metros de altura - que fueron eliminadas, lo que permitió que Caleb pudiera subirse.