¿Se trata sólo de una operación contra el tráfico naval de cocaína? ¿el objetivo es inquietar al régimen chavista intentando causarle grietas internas que lo lleven a un derrumbe? ¿o los tres buques de guerra con cuatro mil efectivos a bordo que Estados Unidos estacionó frente a las costas de Venezuela son el segundo paso hacia una operación militar para derrocar al régimen y capturar a sus cabecillas?
En ese caso, el primer paso habría sido poner precio a la captura de Nicolás Maduro. Nada menos que 50 millones de dólares. Así comenzó el proceso que, en 1989, desembocó en la invasión norteamericana de Panamá para derribar el narco-régimen que encabezaba el general Manuel Antonio Noriega, quien fue capturado y encerrado en una cárcel de Estados Unidos.
En los últimos días, no ha parado de crecer la sensación de que Donald Trump habría decidido llevar a cabo una operación militar en Venezuela para derribar el gobierno fraudulento y autoritario que encabezan Nicolás Maduro y Diosdado Cabello.
Para la administración republicana, Maduro no es un presidente legítimo sino el jefe de una organización narcotraficante que se adueñó del estado venezolano. Según la Casa Banca, el Cartel de los Soles, la poderosa mafia narco que surgió a principios de los noventa en las Fuerzas Armadas de ese país sudamericano, ha creado una red que se ramificó dentro del Estado y está encabezada por los líderes chavistas.
Los aparatos norteamericanos de inteligencia están tratando de infiltrar el poder militar y también detectar si el régimen entra en pánico y comienza a resquebrajarse. Pero…¿está en los planes de la Casa Blanca un ataque directo de Estados Unidos sobre Venezuela para derribar la dictadura residual chavista?
La invasión de Panamá en 1989 parece un espejo que, desde el pasado, refleja paso a paso lo que ocurre en la actualidad entre Estados Unidos y Venezuela. Noriega había sido un colaborador de la CIA en América Central. La CIA sabía de sus contactos con el narcotráfico y se lo permitió hasta que, a mediados de la década del 80, el dictador panameño comenzó a trabajar paralelamente para otras agencias de inteligencia y se volvió totalmente desconfiable para los estrategas del cuartel general situado en Langley, Virginia.
Cuando Noriega anuló la elección presidencial que había ganado el candidato opositor Guillermo Endara, un ex colaborador del líder democrático Arnulfo Arias que enfrentaba al régimen militar, el entonces presidente norteamericano, George Herbert Walker Bush, avanzó decididamente hacia la decisión de invadir Panamá desde adentro, utilizando las tropas de los cuarteles norteamericanos situados en la zona del canal interoceánico. De tal modo, el golpe a la democracia que cometió Noriega al anular la elección presidencial y la acusación de narcotráfico contra el dictador panameño fueron el casus belli de Bush para lanzar la invasión que derribó al régimen al precio de miles de muertos.
En ese espejo se ve reflejado el evidente fraude con que Maduro destruyó la voluntad popular expresada en las urnas que dieron un triunfo contundente al opositor González Urrutia, y la acusación de narco-dictadura al régimen de Maduro. Eso, y los tres buques militares norteamericanos frente a las costas del país caribeño, justifican la creciente sensación de que Donald Trump podría estar a punto de ordenar una operación militar en territorio venezolano.