La gente creyó que estaba loco, o que se venía un mangueo mayor. Pero no, mientras iban leyendo, los beneficiados agachaban la cabeza y algunos se sonrojaban. La nota decía:
"Señoras y señores pasajeros, los invito a compartir esta experiencia. Lo opuesto a la ambición desmedida y la indiferencia, que tanto daño hace a los seres que queremos ser humanos, es la práctica de dar sin esperar nada a cambio. Lo poco o mucho que damos sin esperar nada a cambio nos ayuda a vivir mejor. ¡Practíquenlo!".
¿En qué rincón de nuestras vidas dejamos olvidada la generosidad?
Recuerdo que en Río Tercero, doña Esperanza, la señora de la esquina, era la única que tenía teléfono. Y cada vez que lo necesitábamos no teníamos más que decirle, “doña Esperanza, ¿puedo usar el teléfono?”, pero por simple formulismo, porque nadie esperaba un no como respuesta. Por supuesto que jamás cobró un peso por esos servicios y justo es decir que nadie se abusaba. El pago era alguna torta los fines de semana, o una buena fuente de ñoquis un martes o miércoles.
+ MIRÁ MÁS: Ahora son Robin Hood
Ahora que todo el mundo tiene celular y ya no pide nada prestado, tampoco siente la necesidad de dar. Será que ahora el que da es el dirigente que mete la mano en la bolsa del Estado, saca un puñado de billetes y reparte para que lo voten. Será que ese es el concepto moderno de generosidad.
Por suerte queda gente como el señor del tren, que se fue sin dejar rastro ni nombre, para que los títulos de las redes no se llenen sólo con políticos corruptos y funcionarios insensibles. Todavía hay gente que te invita a comer lo que no le sobra, que te pone el hombro aunque se le quiebre la clavícula, que corre a auxiliarte si te quedaste solo.
No sé cuánto dinero repartió ese hombre. No sé si alguien lo nombrará ciudadano ilustre o huésped de honor. Pero estoy seguro de que esa y cada una de las noches por venir dormirá liviano y feliz. Y sé que gracias a gestos como el suyo, el mundo todavía es un lugar que merece ser vivido.
Esta columna fue publicada en el programa Córdoba al Cuadrado de Radio Suquía – FM 96.5 – Córdoba – Argentina.