“A ver, pendejo, vení que te enseño a hacer el nudo de la corbata”
Eran las nueve y media de la mañana y yo era una bola de nervios. Yo tenía 20 y pico de años y él, toda la edad de la televisión encima. Alejandra Bellini había entrado de licencia y a mí me tocaba reemplazarla en los flashes de Noticiero Doce para el programa del Lagarto. Gustavo Tobi se me paró al lado con su majestuosa elegancia y me enseñó a hacer el nudo de la corbata de verdad.
El que yo aprendí en la secundaria, ese nudo corazón que se desataba cuando te la sacabas, era cosa de chicos. “Las mujeres, al aire, pueden lucir miles de cosas; los hombres solo tenemos el nudo de la corbata”, me dijo el Pavo con su voz de todos los mediodías de mi infancia y mi adolescencia viéndolo por la tele, ahora yo lo veía por el espejo de la sala de maquillaje.
Ese día volví a casa feliz de debutar en la pantalla de El Doce pero lo primero que contaba era que el Pavo Tobi me enseñó el nudo de la corbata que va. En casa se alegraban pero no entendían por qué lo de la corbata si yo me lo sabía hacer solo desde fines de la primaria.

Es que desde que yo entré, al canal veía a ese hombre llegar a las nueve y media de la mañana, subir a la redacción, saludar a todos y cada uno con amabilidad, hacerse un café, sentarse en la computadora, repasar cada diario, cada página, cada dato, discutir los temas del noticiero y redactar cada uno de los títulos.
Todo eso: cada mañana, cada mediodía. Salvo ese que se demoró conmigo unos diez o quince minutos a mi lado para enseñarme algo. El resto me lo enseñó sin darse cuenta. El oficio de ir cada día a laburar. Por ahí me preguntan "¿y qué onda el viejo Tobi, hasta cuándo va seguir al aire?". Y mi respuesta es siempre la misma: es la persona con más oficio en el canal.
Pasaron los años, yo seguí en Telenoche y él sigue en Noticiero Doce. Bah, Noticiero Doce es él. De vez en cuando nos cruzamos al mediodía cuando yo entro a trabajar. Una mañana, fui con mi hija más grande a buscar unas cosas y subimos a la redacción. Juana llevaba una Kitty y el Pavo tenía camisa y corbata a tono. Que les voy contar de emocionarme con pavadas, cuando lo vi a Tobi haciéndole el nudo de corbata a la Kitty.
Las vueltas de la vida y las vueltas de una corbata. Yo mañana vuelvo de vacaciones y me propongo siempre lo mismo: ponerle a cada día las ganas que les pone Gustavo Tobi. El oficio de siempre. ¡Feliz cumpleaños Noticiero Doce!
